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Una terapia de rehabilitación intrahospitalaria en unidades como cuidados intensivos adultos (UCI), pediátricos (UCIP) o cuidados coronarios es un enfoque terapéutico integral que se lleva a cabo dentro del hospital para ayudar a los pacientes a recuperar sus funciones físicas, respiratorias y cognitivas durante su estancia en estas unidades de alta complejidad. Este tipo de rehabilitación es esencial para optimizar la recuperación de los pacientes que enfrentan situaciones críticas, como cirugías mayores, enfermedades graves o eventos médicos agudos.

Objetivos y enfoque según el tipo de unidad:

Unidad de Cuidados Intensivos Adultos (UCI):

Objetivo: Ayudar a los pacientes adultos en estado crítico a recuperar funciones vitales y prevenir complicaciones secundarias derivadas de la inmovilidad prolongada, como la debilidad muscular o problemas respiratorios.

Intervención: La rehabilitación puede incluir ejercicios de movilización temprana, fisioterapia respiratoria, técnicas para mejorar la movilidad articular y prevención de úlceras por presión. El enfoque es gradual y adaptado a las necesidades del paciente crítico.

Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIP):

Objetivo: Rehabilitar a los niños que han sufrido intervenciones quirúrgicas complejas, infecciones graves o enfermedades críticas, ayudándoles a recuperar fuerza, movilidad y funcionalidad.

Intervención: A los pacientes pediátricos se les brindan terapias adaptadas a su edad, que pueden incluir ejercicios de movilización pasiva, estimulación temprana y terapia ocupacional. La comunicación y la interacción lúdica son claves para fomentar la participación de los niños en el proceso.

Unidad de Cuidados Coronarios (UCC):

Objetivo: Ayudar a los pacientes que han sufrido eventos cardíacos graves, como infartos o cirugías cardíacas, a recuperar su función física y prevenir complicaciones posteriores, como la insuficiencia cardíaca o la pérdida de fuerza general.

Intervención: Se centra en la rehabilitación cardiovascular, que incluye ejercicios de bajo impacto para mejorar la capacidad aeróbica, la movilidad y la resistencia física. También se pueden implementar técnicas para mejorar la capacidad respiratoria y el control del estrés.

Etapas de la terapia intrahospitalaria:

  1. Fase aguda (en la UCI):
    Durante la fase crítica, la intervención se enfoca principalmente en la movilización temprana (si el estado del paciente lo permite) y la fisioterapia respiratoria. La idea es evitar complicaciones relacionadas con la inmovilidad y mejorar la función respiratoria.
  2. Fase subaguda (transición de UCI a habitación común):
    En esta fase, los pacientes comienzan con ejercicios de rehabilitación más específicos, como la mejora de la movilidad articular, el fortalecimiento muscular y el entrenamiento para la marcha.

Fase de recuperación y prevención:
Esta etapa se enfoca en asegurar que el paciente recupere su fuerza, funcionalidad y movilidad a largo plazo, reduciendo el riesgo de complicaciones post-hospitalarias. En el caso de pacientes coronarios, esto puede incluir el inicio de un programa de rehabilitación cardíaca producción vocal. En algunos casos, se pueden recomendar cambios en el estilo de vida, como hidratarse más o ajustar el comportamiento al comer o hablar.

Objetivo

La rehabilitación intrahospitalaria es crucial para la recuperación completa de los pacientes en unidades de cuidados intensivos y coronarios. Aunque estos pacientes se encuentran en un estado crítico, la movilización temprana y las intervenciones fisioterapéuticas contribuyen a evitar complicaciones a largo plazo, como la debilidad muscular o problemas respiratorios. Este enfoque multidisciplinario mejora las probabilidades de recuperación rápida y completa, acorta el tiempo de estancia hospitalaria y mejora la calidad de vida post-hospitalaria del paciente, facilitando su retorno a la vida diaria.

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